La lata de membrillo: febrero 2016

lunes, 22 de febrero de 2016

Murallas en La Macarena

Las murallas de Sevilla fueron unas cercas militares que rodeaban el casco antiguo de la ciudad de Sevilla desde la época romana con continuas remodelaciones, fruto de los avatares vividos a lo largo de la historia de la ciudad durante sus periodos romano, visigodo, islámico y finalmente castellano. Subsistieron hasta el siglo XIX en que fueron parcialmente derribadas tras la revolución de 1868, conservándose en la actualidad algunos paños en el barrio de la Macarena y el entorno de los Reales Alcázares de Sevilla, principalmente.

Convivencia rociera

La Convivencia del Colesterol, protagonista del fin de semana Numerosos vecinos se han acercado durante el fin de semana a la Plaza de la Constitución, aprovechando el buen ambiente y el buen tiempo, para disfrutar en familia y en compañía de los amigos de la tradicional Convivencia del Colesterol, organizada por la Hermandad del Rocío y el Ayuntamiento. Huevos fritos con chorizo, patatas y pimientos, migas con chacina, chistorras, morcilla, panceta, buñuelos con chocolate…Han sido algunas de las exquisiteces que se han podido degustar en esta auténtica Fiesta de las grasas saturadas que celebra desde hace ocho años la Hermandad del Rocío de Tomares. Un auténtico festival de las grasas saturadas que ha llenado de animación el pasado sábado y domingo, 20 y 21 de febrero, la Plaza de la Constitución, junto al centro peatonal y Auditorio Municipal Rafael de León, donde el Ayuntamiento instaló seis módulos de casetas y un escenario que contó con las actuaciones en directo de las alumnas del Taller Municipal de Baile de Rocío Bernabé, el Coro Rociero de Tomares y el Coro “chico” de la Hermandad del Rocío formado por niños, ambos dirigidos por Manolo Romero. Una fiesta abierta a todo el mundo que ha vuelto a recibir como cada año a numerosos vecinos de Tomares y visitantes de Sevilla y pueblos del entorno. Una convivencia solidaria en la que se ha podido disfrutar durante dos días, a precios populares, de una gran cantidad de alimentos ricos en colesterol. Y es que una vez al año, como dice el refrán, no hacen daño. Y más si todo lo recaudado es para una buena causa: Conseguir fondos para los fines sociales que la Hermandad del Rocío lleva a cabo durante todo el año.