martes, 10 de junio de 2014
A los alfareros y ceramistas
En la plaza del callao, justo antes de adentrarse en las inmensidades del paseo de la O a través del callejón de la Inquisición o el famoso Mercado de Abastos de Triana, se alza un niño desnudo junto a un horno de cerámica. Y no lleva allí muchos años, sólo desde el año 2008, pero no por ello menos importante.
Es un monumento dedicado a todos los alfareros y ceramistas, y al cante por soleá, tal y como dice en su rótulo. En un barrio en el que sus ceramistas y alfareros han sido conocidos por todos, lo lógico es que tuviera un mínimo de reconocimiento a esta labor.
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